En la actualidad en Baleares no existen cursos de agua permanentes , aquí llamados torrentes . En realidad, las aguas subterráneas son mucho más
abundantes que las subaéreas. Además, la presión antrópica sobre el agua
ha hecho de ella un bien escaso, regulado y controlado, que impide el
correr de las aguas. Cada isla tiene su propia organización
hidrográfica, normalmente muy simple y consiste en el descenso rápido de
los torrentes al mar.
Mallorca
Mallorca es la isla más grande y la que tiene una red hidrográfica más compleja. Podemos distinguir nueve cuencas diferentes:
Pollensa, Alcudia , Arta, Litoral sureste, Campos,
Palma, Andraita, Sóller y Lluch. Las cuencas centrales son las más grandes, pero también las más llanas y las que menos
precipitaciones reciben. En el curso bajo de estos torrentes se forman
algunas zonas pantanosas. El mayor curso de agua mallorquín es el torrente de Muro que forma, en su desembocadura una marisma prácticamente colmatada.
Menorca
Menorca
es una isla muy llana por lo que los cursos de agua no son muy
incisivos. Tiene dos partes claramente diferenciadas el norte o
Tramontana y el sur o de Migjorn. Esta es la isla más lluviosa de
Baleares, a pesar de que son escasas y, en general, sólo se presentan de
octubre a noviembre. El mayor acuífero
de la isla es el de Migjorn, que es el que atiende la mayor parte de
las necesidades. En la parte norte se encuentra la laguna pantanosa de
Fornells.
Ibiza
Ibiza
es una isla pequeña de dominio calizo, por lo que los cursos de agua se
infiltra rápidamente. Sólo uno de sus cursos lleva nombre del río, el río Santa Eulalia.
Este es el curso de agua, de todas las Baleares, en le que las aguas
superficiales más tiempo perduran, y ello se debe a que su alimentación
es apreciable y a que atraviesa terrenos impermeables. Sin embargo, es
también un río muy explotado. Las catas de agua de su cuenca han hecho
descender el nivel freático alarmantemente. En Ibiza abundan las salinas
costeras.
Formentera
Formentera
es una isla pequeña en la que apenas se dibujan algunos cauces secos.
Salvo en las grandes lluvias de otoño apenas tienen oportunidad de
cargarse de agua en su totalidad. Son mucho más abundantes las aguas
subterráneas y las fuentes, que son las que aprovecha la población.
Los ríos de Baleares tienen características de ríos mediterráneos con un fuerte estiaje
en verano, un máximo en otoño, un máximo secundario en primavera y un
mínimo secundario en invierno. Las fuertes lluvias de otoño suelen
provocar el máximo del año, con episodios de crecidas fuertes y hasta
catastróficas. Como las precipitaciones son en forma de lluvia su alimentación es pluvial,
las escasas precipitaciones en forma de nieve de la Sierra de
Tramontana no bastan para dar a los torrentes que en ella nacen un
carácter nival.
Aguas subterraneas
Las aguas para el consumo y el riego proceden del subsuelo.
Las aguas subterráneas son de vital importancia en Baleares.
El
predominio de la caliza en la región favorece la infiltración. Existen
numerosos acuíferos que han sido aprovechados desde antiguo. Los pozos y
las norias son parte del paisaje histórico balear.
Sin embargo, la sobre explotación de los acuíferos ha
provocado una escasez de recursos hídricos que ha obligado a la
importación de agua. Hay que abastecer a la isla de agua desde el
exterior, bien con barcos cargados de agua procedente del Ebro, bien con
desaladoras.
A pesar de la escasez de cursos de agua Baleares tiene un buen puñado de lagos y zonas húmeas,
como: la albufera de Muro, el salobrar de Font Santa, los lagos de
Tamerells y Ses Gambes en Mallorca; la marisma de Fornells y la albufera
de Santa Madrona en Menorca; las salinas de Ibiza y el lago de Pudent
en Formentera.
miércoles, 30 de octubre de 2013
El clima Baleárico
En el archipiélago balear predomina el clima mediterráneo sub-húmedo,
con una pluviosidad anual entre los 350mm y los 650 mm. Las nevadas son
muy escasas y se producen principalmente en las cumbres. Las
temperaturas son suaves durante todo el año. Todo ello, junto con una
media de 300 días de sol, hace que las Illes Balears sean uno de los
lugares de Europa con clima más agradable. Sin embargo, existen
sensibles diferencias entre las diversas islas que conforman la
comunidad autónoma.
El entorno físico de Mallorca es en primer lugar el mar, un mar profundo, cerrado y relativamente cálido, con temperaturas superficiales que alcanzan los 26 º C en agosto y que no bajan de los 14º C en invierno. El mar regula la temperatura y hace que la estacionalidad térmica no sea tan marcada como en pleno continente, a la misma latitud.
En invierno predominan los vientos de componente norte conocidos como Mistral (noroeste) y Tramuntana (norte). En los meses de verano los vientos predominantes son los de componente sur, conocidos como Xaloc (sudeste), Mitjorn (sur) y Llebeig (sudoeste).
El Embat es el nombre que recibe en Mallorca la brisa marina, un viento originado localmente por el calentamiento diurno de la tierra con respecto al mar. El aire que se calienta sobre la tierra tiende a levantarse y atrae aire marítimo más fresco hacia el interior de la isla. Esto provoca que en verano las temperaturas diurnas sean poco rigurosas en las zonas de costa, siempre y cuando no sople un viento contrario al 'Embat'.
El fenómeno climatológico más destacable de la isla es el viento del norte, la famosa Tramuntana, un viento seco y virulento que puede ser protagonista en cualquier época del año, aunque es durante los meses del invierno cuando puede llegar a alcanzar más de 100 kilómetros por hora. Estas ráfagas son las responsables de que a Menorca se la denomine "la isla del viento". Pero la Tramuntana no azota siempre con el mismo rigor. Contrariamente, cuando llega el verano se convierte en una plácida brisa muy apreciada por los habitantes de la isla, ya que suaviza las temperaturas estivales, reduce la humedad del ambiente y proporciona jornadas de una atmósfera más limpia.
En lo que se refiere a la lluvia, la media anual es de 650 mm, una cifra que varía según el año y la región del territorio insular. Normalmente, el otoño es la estación donde se registran las mayores precipitaciones.
Se trata, por tanto, de un clima con altas temperaturas medias, de inviernos suaves, veranos largos, baja oscilación media anual y un elevado porcentaje de días de sol (2800 horas anuales).
La pluviosidad es irregular y escasa, un total de 380 mm en Evissa/Ibiza y 350 mm en Formentera. En ningún mes se registra exceso de agua, si no que por el contrario el déficit hídrico se mantiene durante nueve meses en Ibiza/Eivissa y diez en Formentera.
Los vientos predominantes son de oeste-sudoeste en invierno, y del este en verano, originados por la depresión de origen térmico del centro de la península. La superficie de las islas no es lo suficientemente grande como para que se formen brisas térmicas importantes.
El clima en Mallorca
Es típicamente mediterráneo, con temperaturas medias templadas y un régimen de precipitaciones estacional, coincidiendo la estación seca con la cálida del verano. Las precipitaciones anuales fluctúan de un lugar a otro de la isla, entre los 350 mm de la zona sur y los 1.500 mm en zonas altas de montaña, en la Serra de Tramuntana. Pero en la mayor parte del territorio están comprendidas entre los 450 y los 650 mm. El 40% del total anual de las precipitaciones cae durante el otoño, de septiembre a noviembre, el 25% en primavera, de marzo a mayo, igual que en invierno, de diciembre a febrero y en verano solamente un 10%, de junio a agosto. El régimen de precipitaciones se caracteriza por su irregularidad, variando considerablemente de un año a otro, hasta el extremo de llegar a provocar sequías. La mayor parte de la lluvia se concentra en pocos días, con precipitaciones intensas en otoño y el resto del año de poca intensidad. Las temperaturas medias anuales, exceptuando la alta montaña, están entre los 16 y 18º C, con máximas medias los días de verano de 29/31º C y mínimas medias las noches de invierno de 5/9º C. A pesar de que se dan extremos prácticamente cada año, por encima de 35º C y por debajo de -2º C, excepcionalmente las temperaturas pueden llegar hasta los 41º C en verano y hasta -6º C en invierno.El entorno físico de Mallorca es en primer lugar el mar, un mar profundo, cerrado y relativamente cálido, con temperaturas superficiales que alcanzan los 26 º C en agosto y que no bajan de los 14º C en invierno. El mar regula la temperatura y hace que la estacionalidad térmica no sea tan marcada como en pleno continente, a la misma latitud.
En invierno predominan los vientos de componente norte conocidos como Mistral (noroeste) y Tramuntana (norte). En los meses de verano los vientos predominantes son los de componente sur, conocidos como Xaloc (sudeste), Mitjorn (sur) y Llebeig (sudoeste).
El Embat es el nombre que recibe en Mallorca la brisa marina, un viento originado localmente por el calentamiento diurno de la tierra con respecto al mar. El aire que se calienta sobre la tierra tiende a levantarse y atrae aire marítimo más fresco hacia el interior de la isla. Esto provoca que en verano las temperaturas diurnas sean poco rigurosas en las zonas de costa, siempre y cuando no sople un viento contrario al 'Embat'.
El clima en Menorca
Durante prácticamente todo el año, Menorca goza de un clima típicamente mediterráneo, sin temperaturas extremas; con inviernos suaves y húmedos, y veranos secos y cálidos. Las temperaturas medias son: enero 10º; febrero 10'5º; marzo 12'2º; abril 14'5º; mayo 17'5; junio 21'5º; julio 24'2º; agosto 24'5º; septiembre 22'6º; octubre 18'4º, noviembre 14'4º y diciembre 11'9.El fenómeno climatológico más destacable de la isla es el viento del norte, la famosa Tramuntana, un viento seco y virulento que puede ser protagonista en cualquier época del año, aunque es durante los meses del invierno cuando puede llegar a alcanzar más de 100 kilómetros por hora. Estas ráfagas son las responsables de que a Menorca se la denomine "la isla del viento". Pero la Tramuntana no azota siempre con el mismo rigor. Contrariamente, cuando llega el verano se convierte en una plácida brisa muy apreciada por los habitantes de la isla, ya que suaviza las temperaturas estivales, reduce la humedad del ambiente y proporciona jornadas de una atmósfera más limpia.
En lo que se refiere a la lluvia, la media anual es de 650 mm, una cifra que varía según el año y la región del territorio insular. Normalmente, el otoño es la estación donde se registran las mayores precipitaciones.
El clima en Ibiza/Eivissa y Formentera
Las temperaturas de las Pitiusas son bastantes regulares y elevadas. La media anual en Ibiza/Eivissa es de 18-19º C y en ningún mes las temperaturas medias son inferiores a los 10º C. En junio, julio, agosto y septiembre se sobrepasan los 25º C de media. En Formentera las medias son ligeramente superiores; las máximas medias no alcanzan los 30º C ningún mes y son más altas en otoño que en primavera, mientras que las mínimas medias se dan en diciembre, enero y febrero. La oscilación térmica anual es de 14º C en Ibiza/Eivissa y 13º C en Formentera (una de las más bajas de Baleares), mientras que la oscilación media anual se sitúa entre los 5 y 6º C.Se trata, por tanto, de un clima con altas temperaturas medias, de inviernos suaves, veranos largos, baja oscilación media anual y un elevado porcentaje de días de sol (2800 horas anuales).
La pluviosidad es irregular y escasa, un total de 380 mm en Evissa/Ibiza y 350 mm en Formentera. En ningún mes se registra exceso de agua, si no que por el contrario el déficit hídrico se mantiene durante nueve meses en Ibiza/Eivissa y diez en Formentera.
Los vientos predominantes son de oeste-sudoeste en invierno, y del este en verano, originados por la depresión de origen térmico del centro de la península. La superficie de las islas no es lo suficientemente grande como para que se formen brisas térmicas importantes.
martes, 22 de octubre de 2013
Roquedo de las Islas Baleares
En el roquedo español podemos diferenciar cuatro áreas; la silícea, la caliza la arcillosa y por último la volcánica.
Las Islas Baleares se formaron durante la era terciaria con la orogénesis alpina ya que son una prolongación de las cordilleras béticas, formadas por plegamientos de los sedimentos depositados por la erosión de las rocas en la era secundaria. Por lo tanto el roquedo de las Islas Baleares esta incluido en el área o iberia caliza.
En esta iberia destaca el relieve cárstico común por una serie de características:
-Poljes: Son depresiones alargadas de fondo horizontal enmaradas por vertientes abruptas.
-Lapiaces: Surcos o cavidades separados por tabiques más o menos agudos, las cavidades se generan en las oquedades que se almacena el agua.
-Gargantas: Faces u hoces, son valles estrechos y profundos, enmarcadas por vertientes abruptas causadas por los rios
-Dolinas: Grandes cavidades formadas en los lugares donde el agua se estanca
lunes, 21 de octubre de 2013
Relieve de las Baleares.
Las Islas Baleares son una prolongación en el Mediterráneo del territorio peninsular, con dos zonas diferencias. Por un lado, Ibiza y Mallorca, como prolongación del arco alpino Bético, y, por otro, Menorca, con estrechas afinidades con las montañas de la Cadena Costero Catalana
El conjunto balear es, pues, un escalón de enlace de las Cordilleras Alpinas del Mediterráneo Occidental, formadas en el geosinclinal del Tetis que dio lugar a las Béticas y al Conjunto Catalán.
En Mallorca distinguimos entre:
La Sierra de Tramuntana, en el Noroeste, bordeando la costa de Mallorca.El punto con más altitud que encontramos es el Puig Mayor(1445 m), seguido por el Puig de Massanella(1364 m), el de Galatzó(1026 m) y el teix (1064 m) Al este de Pollensa el relieve se dispone longitudinalmente formando valles que se adentran en el mar, hasta la península de Formentor. Son los valles de Marc, Lluc, Oriente, Almellutx-Cuber y Son Torrella. Están separados por alineaciones montañosas que presentan un dorso de pendientes suaves y un frente de cuesta escarpado. Estos valles se relacionan entre sí por una red de barrancos muy encajados en las líneas de fracturas. A parte de estos encontramos el valle de Sóller,un valle amplio y abierto en la costa norte, que interrumpe la continuidad de la sierra. Al norte de este valle los torrentes forman amplios rellanos, como los de Deià,Banyalbufar y Estellencs, lo suficientemente grandes como para permitir la ocupación humana. Al sur son mucho más pequeños. Destacan los de Almedrá, Solleric, Valldemosa, Buñola, Esporlas y Puigpunyent.En total, la Sierra consta de unos 90 km de longitud entre el cabo de Sa Mola(Andratx) y el cabo de Formentor(Pollensa) y 15 km de anchura media.Cabe destacar que la Serra de Tramuntana es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en la categoría de Paisaje Cultural desde 2011.
En el año 2012 una famosa empresa cervecera realizó un anuncio basado en esta Sierra, se lo facilitamos a continuación para conocer Tramuntana desde otro punto de vista.
En segundo lugar está la Depresión Central , formada por una llanura de unos 30 kilómetros de anchura y que se extiende de un extremo a otro de la isla. Se divide en tres regiones;
Es Plà, es la unidad mas grande, ocupando todo el centro de la isla.Se trata de una gran llanura en la que, no obstante, destaca el mazizo de Galdent-Randa, que alcanza los 543 m de altitud.El conjunto bascula suavemente sobre la bahia de Alcúdia, mientras que sobre la de Palma cae bruscamente.La red hidrográfica se forma por torrentes que tienen su naciemiento fuera de esta unidad, en Tramuntana o Llevant.Predominan las margas, arcillas y limos, en el centro de la región, aunque el sustrato es calizo y aflora en los bordes costeros.Encontramos dos zonas zonas húemedas en las que predominan las arenas y dunas;Albufera de Alcúdia y el Prat de Sant Jordi.
La segunda región es El Raiguer , coincide con la vertiente interior de la Serra de Tramuntana, la transición entre esta y el Plà.Se trata de un glacis(pendiente más o menos suave que pone en contacto la superficie
estructural superior con otra derivada y está formada por los materiales más blandos) de una altitud de entre 100 y 200 m construida sobre una fosa.
Por último la región de Migjorn , es el sector que se encuentra entre las sierras de Levante y la costa. Su mayor extensión se encuentra entre el Prat de Sant Jordi, al oeste, la cuenca de Campos, al este, los límites de Pla (Randa) al norte, y la costa al sur. Se trata de un área recubierta, en parte, de materiales cuaternarios,fundamentalmente llana y ligeramente inclinada hacia el mar, terminando en acantilados. Los torrentes de esta región se encuentran profundamente cerca de la costa, formando calas. En ellas se acumulan arenas,dando lugar a formaciones dunares como podían ser en un pasado no muy lejano las de El Arenal. En el este aparece una depresión activa que da lugar a un importante humedal, que va desde el pantano de El Salobrar, hasta Fuente Santa de San Juan, donde aparecen aguas termales. Predominan los materiales sedimentarios, limos y arenas.
La última unidad que distinguimos son Las Serras de Llevant,las cuales se disponen paralelamente a la costa este, con una dirección noreste-suroeste, entre el cabo Farrutx y Cabo Salinas. Su continuación natural son las islas del archipiélago de Cabrera. La máxima elevación se alcanza en Artá, al norte, Talaila, Freda de Son Morei (561 m). Este macizo forma una pequeña península. Desde aquí las sierras pierden anchura y altitud: Son de Jordi, Calicant, etc. Al igual que la sierra de Tramuntana se trata de un macizo calizo plegado de estilo alpino en el que dominan las formas cársticas. Los mantos de corrimiento y las ventanas tectónicas dan al conjunto un aspecto caótico.
Por otra parte, Menorca tiene una superficie de 702 km2 y sus costas miden 299 kilómetros. Tiene forma alargada. Está orientada de este a oeste y ligeramente doblada hacia el sur. Su máxima distancia de este a oeste es de 53 km, mientras que de norte a sur es de tan solo 23 km. Es una isla muy baja, en la que predomina la horizontalidad, pero en la mitad sur se distingue El Migjorn, y en norte la Tramuntana. DIferenciadas geologica y geograficamente por una falla, cual transcure desde Maó hasta Algairens.
La Tramuntana se caracteriza por sus formas muy erosionadas y un sistema de fallas que articula todo el conjunto. Predominan las margas y arcillas, así como los conglomerados,rocas impermeables que generan fenómenos de encharcamiento. Aquí se encuentran las máximas altitudes de la isla (El Toro 350 m), aunque la mayor parte del territorio se sitúa por debajo de los 100 metros. Al sur se encuentra el Migjorn,donde predomina la caliza, por lo que las aguas corrientes se infiltran fácilmente. Está ligeramente más bajo, en torno a los 50 metros, y ligeramente volcada hacia el suroeste. Predomina la horizontalidad
La Tramuntana se caracteriza por sus formas muy erosionadas y un sistema de fallas que articula todo el conjunto. Predominan las margas y arcillas, así como los conglomerados,rocas impermeables que generan fenómenos de encharcamiento. Aquí se encuentran las máximas altitudes de la isla (El Toro 350 m), aunque la mayor parte del territorio se sitúa por debajo de los 100 metros. Al sur se encuentra el Migjorn,donde predomina la caliza, por lo que las aguas corrientes se infiltran fácilmente. Está ligeramente más bajo, en torno a los 50 metros, y ligeramente volcada hacia el suroeste. Predomina la horizontalidad
Del relieve de las pitiusas destacamos
Ibiza, tiene una superficie de 541 km2 y sus costas miden 239 kilómetros. Tiene forma ovalada, pero de costas muy irregulares. Su eje mayor se dispone de noreste a suroeste, y mide unos 41 km. La anchura no sobrepasa los 19 km. Destacan las bahías de Sant Antoni,al oeste y la de Eivissa,al este. A pesar de su escasa altitud máxima (Sa Atalayasa, 475 m) tiene un aspecto abrupto. La isla presenta una serie de pequeñas elevaciones que raramente superan los 400 metros. Predominan las cumbres calizas redondeadas, de formas irregulares, y los valles abiertos, enlazados con las cumbres por glacis (explicados anteriormente). El relieve se articula en dos alineaciones de pliegues orientadas de suroeste a noreste, separadas por un pasillo, que es aprovechado por la carretera de Ibiza a San Antonio. Al norte se sitúa Los Amunts, con su cumbre más alta en Puig Fornás (410 m), y al sur están la sierra de San José, con la máxima elevación de la isla, la sierra Grossa y la sierra Biniferri. Estamos en un macizo calizo en el que las formas cársticas son dominantes. En contraste con estos pliegues se encuentran los llanos: el Pla de San Antonio, el Pla de Vila, el Pla de Santa Eulalia, el Pla de San Jorge y Las Salinas. Estos llanos están recubiertos de materiales cuaternarios, predominantemente terra rossa.
Formentera tiene una superficie de 82 km2 y sus costas miden 85 kilómetros. Tiene aspecto de zapato de tacón, un poco grosero, y se oriente de este a oeste. Su eje mayor mide 23 km, mientras que de norte a sur mide 15 km. Su máxima altitud es La Mola de 192 m. Predomina la horizontalidad. Podemos distinguir dos plataformas estructurales, una al este de La Mola y otra al oeste.
Al este de la isla de Mallorca encontramos el Archipiélago de Cabrera,con una superficie de 16 km2 y sus costas miden 40 kilómetros. Su eje mayor, de este a oeste mide 5,4 km, mientras que el eje menor, de norte a sur mide, 4,5 km. Su máxima altitud es el Picamoscas de 172 m. Tiene en sus inmediaciones una serie de islotes que forma un pequeño archipiélago, que toma su nombre. Se trata de las islas de Conejera, Plana,Pobra,Pla, Foradada, y numerosos islotes más.
Algo fundamental a tener en cuenta al estudiar el relieve insular, es la historia geológica explicada en la entrada anterior, de la cual extraemos lo básico en el siguiente esquema.
miércoles, 9 de octubre de 2013
Historia geológica insular
Las islas baleares se formaron en la era terciaria o cenozoico(68-1,7 millones de años)
Mallorca, Ibiza y Formentera se formaron a partir de la segunda orogénesis conocida como orogénesis alpina gracias al plegamiento de la cordillera Bética, en concreto en la Subbética, que se formó posteriormente a la Penibética y con alturas menos elevadas.
En sentido amplio, tiene el origen en el geosinclinal, sinclinal largo y profundo en forma de fosa submarina, que se llena de sedimentos, estos al acercarse mutuamente, son expulsados de la misma y se elevan y forman una cordillera.
Parece que Menorca emergió antes que las otras islas, a finales de la era primaria, en la orogénesis herciniana,es una de las partes que aún nos quedan del antiguo macizo catalano-balear y es el único territorio balear con sedimentos significativos paleozoicos, tanto marinos como continentales.
Mallorca, Ibiza y Formentera se formaron a partir de la segunda orogénesis conocida como orogénesis alpina gracias al plegamiento de la cordillera Bética, en concreto en la Subbética, que se formó posteriormente a la Penibética y con alturas menos elevadas.
En sentido amplio, tiene el origen en el geosinclinal, sinclinal largo y profundo en forma de fosa submarina, que se llena de sedimentos, estos al acercarse mutuamente, son expulsados de la misma y se elevan y forman una cordillera.
Parece que Menorca emergió antes que las otras islas, a finales de la era primaria, en la orogénesis herciniana,es una de las partes que aún nos quedan del antiguo macizo catalano-balear y es el único territorio balear con sedimentos significativos paleozoicos, tanto marinos como continentales.
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